Una contraseña o
clave es una forma de autentificación que utiliza información secreta para
controlar el acceso hacia algún recurso. La contraseña debe mantenerse en
secreto ante aquellos a quien no se les permite el acceso. A aquellos que
desean acceder a la información se les solicita una clave; si conocen o no
conocen la contraseña, se concede o se niega el acceso a la información según
sea el caso.
Para evitar
riesgos derivados de una mala gestión de las contraseñas, te facilitamos unos
consejos muy fáciles de aplicar:
·
No
compartas tus contraseñas con nadie. Si lo haces, dejará de ser secreta y
estarás dando acceso a otras personas a tu privacidad.
·
Asegúrate
de que son robustas. Están formadas por al menos 8 caracteres: mayúsculas,
minúsculas, números, caracteres especiales. Utiliza alguna regla mnemotécnica
para recordarlas.
·
No
utilices la misma contraseña en diferentes servicios. Siempre claves diferentes
para servicios diferentes.
·
Cuidado
con las preguntas de seguridad. Si las utilizas, que sólo tú y nadie más sepa
las respuestas.
·
Utiliza
gestores de contraseñas. Si te cuesta memorizar las contraseñas o utilizas
muchos servicios, apóyate en estos programas, son muy útiles y sencillos de
manejar.
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